Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

viernes, 22 de julio de 2011

Cerrando círculos Desmantelan tumba de Rudolf Hess quien murió el 17 de agosto de 1987, a los 93 años de edad, ahorcándose con un cable

Cerrando círculos

22-07-2011
| El Mundo

Desmantelaron la tumba del nazi Rudolf Hess en Alemania

La tumba de Rudolf Hess, quien fuera lugarteniente de Hitler, fue desmantelada, después de haber sido durante más de dos décadas lugar de peregrinaje de grupos neonazis. La decisión la tomó la comunidad cristiana evangélica de Wunsiedel, una pequeña localidad de Baviera...


Wunsiedel, Alemania. — La tumba de Rudolf Hess, quien fuera lugarteniente de Hitler, fue desmantelada, después de haber sido durante más de dos décadas lugar de peregrinaje de grupos neonazis. La decisión la tomó la comunidad cristiana evangélica de Wunsiedel, una pequeña localidad de Baviera, que denegó a la familia Hess la renovación del alquiler de la parcela en el cementerio local. Ante esto, sus familiares decidieron incinerar los restos de Hess y esparcirlos en el mar.

La comunidad de Wunsiedel denegó una prolongación del alquiler del lote en su cementario, que ahora luce sin la imponente tumba de granito de Hess y con la tierra recién removida. En realidad, el contrato había vencido en 2007 y desde entonces se estaba en condiciones legales de ordenar la remoción. Finalmente, la familia aceptó el desmantelamiento de la tumba.

Suicida. Hess, condenado a cadena perpetua en los juicios de Nuremberg al término de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), se suicidó ahorcándose el 17 de agosto de 1987 en su celda de la prisión de Spandau. Era el último preso en ese establecimiento, erigido por los aliados para albergar a los condenados en Nuremberg. Hess tenía 93 años.

Rudolf Hess era el lugarteniente de Hitler en los años 30, cargo al que había accedido por haber estado al lado del fundador del Nacionalsocialismo desde el inicio de su carrera política. Escribió junto con Hitler el panfleto "Mi lucha", en el que se condensan las ideas antisemitas y militaristas del nazismo. En 1941, cuando la II Guerra ya duraba dos años, Hess escapó de Alemania a bordo de un caza y se lanzó en paracaídas sobre Gran Bretaña (ver aparte). Fue apresado, y jamás recuperó la libertad. Los motivos de su viaje nunca quedaron claros: alegó que había viajado para negociar la paz con Londres, pero no se lo tomó en cuenta. A su vez, su fidelidad a Hitler quedó en evidencia en Nuremberg, donde a diferencia de otros jerarcas no se retractó de su ideología ni criticó al "Führer". Por este motivo, Hess era objeto de la veneración por parte de los grupos neonazis alemanes y europeos.

En 1987 sus restos fueron sepultados por su propio deseo en el sepulcro familiar del cementario de Wunsiedel. Desde entonces, su tumba se convirtió en lugar de peregrinación habitual para la extrema derecha alemana.

Cada 17 de agosto, cientos de personas viajaban a esa localidad de apenas 10.000 habitantes para honrar al "mártir" Hess, el hombre que nunca renegó de su nazismo.

Ahora Wunsiedel recuperará su tranquilidad rural y dejarán de producirse las marchas —ilegales— que se repetían cada año, acompañadas siempre por contramanifestaciones de protesta convocadas por partidos políticos democráticos y agrupaciones de la sociedad civil. La comunidad cristiana evangélica espera que ahora se deje de relacionar a Wunsiedel con Hess.

Rudolf Hess.

EP

El sepulcro del lugarteniente de Adolf Hitler se había convertido en lugar de peregrinaje de neonazis

Desmantelan la tumba del nazi Rudolf Hess y lanzan sus restos al mar

Geolocalización de la noticia
Redacción, 22 de julio de 2011 a las 08:33

De Rudolf Hess, el que fuera lugarteniente de Hitler y único recluso de la prisión berlinesa de Spandau hasta 1987, ya no queda ni la tumba presidida por una estela en la que se leía, "Me atreví".

Los restos de Hess fueron exhumados en la madrugada del 20 de julio de 2011, y su tumba desmantelada en el cementero de la localidad de Wunsiedel.

El motivo, acabar con los homenajes y peregrinaciones que los neonazis organizaban cada agosto en el lugar para conmemorar su muerte.

La operación comenzó a las cuatro de la madrugada y concluyó a las seis. Del ataúd no quedaba nada y los huesos estaban en la tierra, explicó el jefe del cementerio, Andreas Fadel, al diario Bild.

Los restos se pusieron en un nuevo ataúd y han sido, o serán, incinerados, con sus cenizas esparcidas en alta mar, informaron fuentes de la parroquia.

"De esta forma se impedirá que acudan al pueblo nuevas procesiones de peregrinos fanáticos", explicó el responsable de la parroquia protestante, Peter Seisser.

Desde 2005 las peregrinaciones nazis del 17 de agosto al cementerio del pueblo bávaro estaban prohibidas, pero sin mucho éxito. La comunidad estaba harta de tantos años de homenajes estivales neonazis.

"Durante 18 años no me pude ir de vacaciones en agosto por ellos", dice Seisser, ex concejal.

La parroquia logró el acuerdo de la familia, aprovechando la circunstancia de que en octubre expiraba el arrendamiento de la sepultura.

La parroquia había denegado a los descendientes de Hess la prolongación del alquiler, lo que motivó una denuncia judicial de una nieta del ex jerarca nazi, antes de que la familia aceptara la decisión, explicó el diario Suddeutche Zeitung, que dio el miércoles la noticia.

Hess fue enterrado en Wunsiedel, el pueblo donde sus padres tenían una residencia estival y donde fueron enterrados, de acuerdo a lo expresado en su testamento.

La exhumación se hizo coincidir con el aniversario del golpe de estado fallido contra Hitler, del 20 de julio de 1944 a cargo de un grupo de altos oficiales, entre ellos Claus Schenk von Stauffenberg.

La intentona fue también evocada en Berlín con un masivo acto de juramento de bandera de soldados voluntarios del Bundeswehr frente al Reischtag, que fue protestado por grupos antimilitaristas.

Nacido en 1894 en Alejandría de padre alemán y madre inglesa de origen griego, Rudolf Hess pisó tierra alemana por primera vez a los quince años. Participó en la primera guerra mundial como piloto de avión.

Antisemita de primera hora, conoció a Hitler en 1920 y participó en la intentona golpista de Munich de 1923. Compartió cárcel con Hitler, tiempo que ambos aprovecharon para redactar el panfleto "Mein Kampf" que sólo Hitler firmó. Desde 1925 Hess actuó como secretario de Hitler.

Con la llegada al poder de los nazis se convirtió en el virtual número dos del régimen, jefe del partido y varias veces ministro. En mayo de 1941, en vísperas del ataque a la URSS voló a Inglaterra y se lanzó en paracaídas sobre Escocia, donde tras ser capturado declaró que portaba una propuesta de paz de Hitler.

El propio Hitler tachó de "idiota" a Hess por aquel episodio, rodeado de todo tipo de especulaciones y que ha dado lugar a una amplia literatura.

En 1946 Hess fue condenado a prisión de por vida en los juicios de Nüremberg.

Murió el 17 de agosto de 1987, a los 93 años de edad, ahorcándose con un cable tras haber pasado 46 años encarcelado.

Desde 1966, cuando Albert Speer salió en libertad, Hess fue el único inquilino de la cárcel berlinesa de Spandau, donde su reclusión, vigilada por un centenar de guardianes, le costaba al gobierno británico cincuenta millones anuales de las antiguas pesetas.

Los neonazis hicieron de Hess un símbolo, por no haber éste renegado de su ideología.

Los restos de Rudolf Hess acabarán bajo el agua como Bin Laden

El cadáver fue exhumado de su tumba para poner fin a la peregrinación de grupos de neonazis

PÚBLICO.ES Berlín 21/07/2011 13:25 Actualizado: 21/07/2011 17:58


El cementerio con, y sin tumba de Rudolf Hess.

El cementerio con, y sin tumba de Rudolf Hess.EFE

Las autoridades alemanas han exhumado los restos óseos del cadáver de Rudolf Hess y los han arrojado al mar tras incinerarlos. Con ello pretenden evitar que su tumba, ubicada en la localidad de Wunsiedel, en el sur de Alemania, siguiera siendo punto de peregrinación de grupos neonazis. Su tumba ha sido arrasada y, la lápida, desmantelada.

La exhumación se llevó a cabo la pasada noche, coincidiendo con el 67 aniversario del fallido atentado contra Hitler el 20 de julio de 1944, cuando un grupo de oficiales encabezados por Claus Schenk von Stauffenberg intentó matar al dictador.

Hess, que fue detenido en 1941 y sentenciado a cadena perpetua, fue enterrado en Wunsiedel después de suicidarse en la cárcel de Spandau (Berlín) con 93 años, el 17 de agosto de 1987.

Era por entonces el último reo de la penitenciaria, donde cumplía cadena perpetua dictada durante los Procesos de Nuremberg y había pasado 46 años, por lo que en los ambientes neonazis era considerado una especie de mártir.









Según el diario Suddeutsche Zeitung, la congregación luterana que gestiona el cementerio aceptó la voluntad de Hess de ser enterrado Wunsiedel, pero pronto los extremistas empezaron a tratar la tumba, en la que figuraba la frase "Me atreví", como un templo.

El peregrinaje anual de neonazis a su tumba tocó techo en 2004, cuando las autoridades cifraron en unas 5.000 las personas llegadas desde toda Europa, entre ellos contramanifestantes de izquierdas. En 2005, un tribunal prohibió reuniones entorno a la tumba.

Su tumba ha sido arrasada y, la lápida, desmantelada

En vista de que ni los largos procedimiento judiciales contra las marchas, ni la prohibición explícita del Bundestag evitaron las concentracones, las autoridades locales incentivaron las negociaciones con la familia para el desmantelamiento de la tumba.

El traslado de los restos debería haberse producido ya en 2007, por decisión entonces de la parroquia, que sin embargo accedió a postergarlo a la espera de que expirara el contrato de sepultura de la viuda de Hess, unos años después.

Ahora, tras su exhumación, las cenizas de Hess acabarán en el mar, como pasara con Osama Bin Laden tras su asesinato el pasado mes de mayo.

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