La estancia del ciudadano Presidente de la República, fuera de Venezuela es inconstitucional, pues estando ausente, los poderes venezolanos, están privados de verificar su estado físico y mental. Un corto cinematográfico, una aparición ventanera, no son suficientes para una materia de tal gravedad. La Bicha, dice: "Serán faltas absolutas del Presidente …, su renuncia, ( que en su caso sería por segunda vez), o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia,(…..) y la incapacidad física o mental permanente, certificada por una junta médica, designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional."
Y como todos sabemos, el examen físico y mental, ordenado por la Constitución Nacional, no puede llevarse a efecto por ausencia voluntaria del citado funcionario.
Chávez, vendió cuando andaba haciéndose propaganda para ser Presidente de la República, que era antiimperialista, -y algunas otras cosas, como por ejemplo: reducir el número de ministros de la Democracia, juzgado excesivo; sin embargo en los años que lleva de ejercicio del coroto lo aumentó a cifras asombrosas -Pero no es a eso que vamos- nos referiremos a una materia mucho más grave, de gravedad absoluta: la pérdida de la soberanía de la nación en manos de Fidel Castro.
Pasado algún tiempo, cuando al fin, en un corto cinematográfico pudimos verlo y oírlo, luego de semanas de desinformación absoluta; solo rota por el Ministro "Rizarra", que mostró unas firmas irrespetuosamente calificadas por él como "raboecochino", olvidando el señor Ministro que aludía a la parentela fecal del apéndice trasero del cerdo. Semanas pasó la población ignorando el estado del funcionario, hasta que por fin habló…. de Fidel, en las pocas palabras que ha leído para Venezuela, lo ha nombrado más de cien veces. Da la impresión, que Fidel es médico, dijo que lo había examinado, y que él había hecho el papel de paciente. Esto es grave ¿Quién le ha dado a Fidel un título para que examine?
El Presidente del Uruguay señor Mujica, haciendo un chiste sobre la salud del Presidente, le declaró al Diario Subrayado, que Fidel tenía secuestrado a Chávez. La broma de Mujica sabe más a sátira que a chiste.
El Doctor Maduro, tan respondón sobre cualquier nimiedad de la prensa internacional, ha debido responder: que la figura del Presidente de una republica soberana se respeta. Mujica no tiene por qué declarar tal cosa. Son palabras irrespetuosas, quizá válidas entre enamorados, se pueda decir: que "Perucho tiene secuestrada a Petra"; pero nunca que un presidente, tenga secuestrado al otro. Es indignante, que Mujica tenga al Presidente como un personaje para chistes; así habrá visto o percibido el señor Mujica, el estado del Presidente, que la idea que primero ocurre a su mente cuando declara es que uno tiene secuestrado al otro, y se permite tal sarcasmo.
En la forma que sea, con risita o agarradera, es insultante para nuestro país, sobre todo para nuestras Fuerzas Armadas, que en tal caso estarían viendo displicentemente, un acto contra la soberanía de la republica. Si Venezuela tiene su Presidente secuestrado, así sea por lo que sea, el hecho representa para la república la perdida de la soberanía.
¡Dígame usted! si estando el señor Obama de visita a sus parientes en el África, de pronto, un presidente chistoso, deja correr por la prensa, aunque sea con una carcajada: "que a Obama lo secuestró Mobutu". No dudamos en pensar que al instante disparan las bombas atómicas, y se prende la periquera!.
Nuestro Presidente debe cumplir con la Constitución y quedarse para que los médicos venezolanos lo examinen!
Notitarde 07-07-2011 |
¿Herido de muerte?
/Muchos analistas políticos -cercanos a la oposición- aseguran que el presidente Hugo Chávez está "herido de muerte", políticamente hablando. Sin duda, su cuadro médico, del que aún se desconocen detalles precisos, es un handicap importante para la campaña presidencial del próximo año; no obstante presumir -o vender la idea- que Chávez ya está derrotado es uno de los peores análisis que podría realizarse en este momento.
No se debe olvidar que ante un eventual "fraccionamiento" de la oposición, el chavismo puede convertirse sin problemas en la principal minoría del país (según Datanálisis 31,5% se la población se autodefine como chavista, 32,4% como neutrales y 30,1% como opositores). Por esta razón no le conviene a la oposición creer que Chávez está derrotado y perder, en consecuencia, el norte que con muchísimo esfuerzo intenta mantener desde hace algunos meses.
Nadie debería sorprenderse del regreso de Chávez al país. Resulta lógico que su presencia en Venezuela sea necesaria para mitigar la incertidumbre del chavismo de base y la lucha de poder entre los dirigentes del PSUV. EUGENIO G. MARTÍNEZ | EL UNIVERSAL
La semana de la patria
Lo que hemos vivido los venezolanos en esta semana patriótica a la misma usanza de la organizada en la época por los émulos del General Marcos Pérez Jiménez, hoy aumentada y corregida, no tiene ni tendrá parangón en el mundo por todo lo que mostró de espectáculo multimedia, de telenovela colombiana, de aparición estilo Lady Gaga. Asistimos a un Festival de Teatro con un solo protagonista: Hugo Chávez. Fue todo un derroche del más encendido bolivarianismo rojo con la representación de la soldadesca rindiendo honores a su presidente comandante convaleciente, la multitud sollozando frente al balcón del pueblo y el discurso delirante y místico del hombre entregado a Dios en esta hora en la que apenas comienza su batalla por la resurrección de la carne.
Está montado, lo dijo muy claro ayer ante los cadetes, en un caballo frenado, porque no puede excederse en los horarios que los sabios médicos le han prescrito para curarse de ese mal que le ha invadido el cuerpo pero sabrá dominar con la ayuda del manto de la virgen, los espíritus de la Gran Sabana y unos cuantos santos como José Gregorio Hernández quien le ha venido acompañando en sus insomnios e iluminando a los médicos cubanos cuya mala praxis en la mesa de cirugía hizo que cortaran en donde no hacía falta y debieron practicar una segunda intervención de la cual se salvó de chiripa y gracias a Cristo redentor que ha perdonado los muchos insultos a los obispos escuálidos, porque su misión divina en este mundo de herejes es la de sembrar la paz.
El tercer retorno
"Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis", dijo Jesús a sus discípulos al resucitar al tercer día y este Hugo revivido anunció un primer retorno para decirle a sus seguidores que volverá al tercer retorno para estar presente en la hora de la victoria, porque de plano se ha resistido a creer que lo que sufre es grave y escasamente podrá en el futuro asomarse de nuevo a los próximos balcones del pueblo, si como dicen los expertos el acariciado sueño de continuar hasta el fin de sus días sometiendo al país no va a poder ser, porque un gobernante mal puede llevar a cabo sus tareas si su salud es limitada. Claro está que los imponderables no se tienen en cuenta y si resucita como Cristo, no tendremos otra manera de quitárnoslo de encima que recurriendo a los espíritus de la Gran Sabana y a otros santos que en sus delirios le hicieron creer en su inmortalidad.
Y mientras él va visitando tropas, reuniendo a sus más allegados para llorar sus penas y exhibiendo la herida que las intervenciones cubanas le han dejado en su vientre, el país va por otro lado. Las manifestaciones redoblan sus quejas, los presos reciben camas nuevas, ideales para fabricar chuzos y colchones, para prender candela. Los médicos insisten en exhibir las penurias que los pacientes sufren en los hospitales por falta de insumos y desorden en los pagos. Mañana o pasado estrenaremos nuevo gabinete y el enfermo viajará a Cuba o a Brasil para repetir al Cristo que lo trajo de nuevo en el doloroso abril que "Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis".
Dos en uno
Recordé entonces a García Márquez en su entrevista a bordo de un avión:"Mientras se alejaba entre sus escoltas de militares condecorados y amigos de primera hora, me estremeció la inspiración de que había viajado y conversado a gusto con dos hombres opuestos. Uno a quien la suerte empedernida le ofrecía la oportunidad de salvar a su país. Y el otro, un ilusionista, que podía pasar a la historia como un déspota más. En ese entonces Gabo escribió que le sorprendía su cuerpo de cemento armado, hoy de pan molido.
Marihep@yahoo.com
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