Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 10 de julio de 2011

EL Aufhebung es el proceso histórico o temporal por el cualtodo lo nuevo de alguna forma conserva y supera lo viejo...¿El Comunismo fue original asi?

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Notitarde 09-07-2011 |


Marx, la Aufhebung y el Comunismo

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Leyendo la entrevista que el 26 de junio, El Nacional y Gloria Bastidas, le hicieran al profesor José Rafael Herrera –exdirector de la Escuela de Filosofía de la UCV–, uno no puede menos que preguntarse: y el Comunismo ¿quién lo habrá propuesto? ¿Quién parió tan insensata idea? Porque Marx, obviamente no fue… ¡¡a juzgar por el enfoque de Herrera!! Éste reitera que en aquél "no hay ni totalitarismo, ni deseos de abolir la propiedad privada"; y por un tris no dijo que el barbudo era un demócrata a carta cabal. Hay que contratar entonces unos detectives para averiguar ¿a quién se le ocurrió lo del Comunismo? Porque es evidente que si alguien "no plantea abolir la propiedad privada", tampoco puede postular las Comunas. Seguro que Marx ni siquiera escribió el famoso Manifiesto, sino que Stalin, Lenin y Mao se confabularon para endilgárselo.

La Aufhebung es el proceso histórico o temporal por el cual –sin la menor duda ¡y de Perogrullo!– todo lo nuevo de alguna forma conserva y supera lo viejo. Es obvio que todo adulto, simultáneamente, conserva y supera al joven que alguna vez fue; así como el árbol conserva y supera al arbusto de antaño. ¿De verdad creerá el profesor Herrera que la Aufhebung hegeliana puede aplicársele a la propiedad privada? ¿Será en serio que simultáneamente (palabra suya) hay que "superarla y conservarla"? ¿Estaré leyendo bien, Dios mío? ¿Cómo será que se la supera sin abolirla o eliminarla? ¿Será que uno es propietario privado de algo y disimuladamente los otros también? La conservamos y al mismo tiempo ¡zás! la superamos: es facilito, lo que pasa es que usted, amigo lector, no ha entendido la Lógica Hegeliana.

Que es –dicha lógica, la dialéctica– una de las mentiras más insignes de la Filosofía. Mucho después de Hegel, en 1920, en su Tractatus, Ludwig Wittgenstein evidenció lo que todo el mundo ya sabía: que no hay más lógica que la analítica (o sea, que la lógica dialéctica es una cobota). Y, peor aún, que "todas las proposiciones de la lógica analítica son tautológicas"; o sea, que la conclusión no agrega absolutamente nada a lo que ya está en las premisas, esto es, que la lógica no genera ni un ápice de conocimiento nuevo, que ella solo alude al que ya está contenido en las premisas.

Era la liquidación final de la Dialéctica Hegeliana que pretendía referirse a la Realidad y más aun a la Historia. Era la superación (sin conservarla, sin aufhebung) de esa magna insensatez de Hegel según la cual "todo lo real es racional". Quedando claro que, más bien, "nada de lo real es racional"; que la lógica (dialéctica o analítica) no es más que una Representación, una versión de la realidad que no alude a ésta ¡¡sino a las premisas que de ella abstrae!!

Pero más allá de la aufhebung ¿qué pensará Herrera de la Economía Política marxista, de El Capital y, más aún, de la sacrosanta Teoría del Valor-Trabajo? los cimientos más profundos del Marxismo. ¿Estará él consciente de las tres mentiras supremas de Marx? 1) Que el valor de las mercancías ¡en el Capitalismo! depende exclusivamente del trabajo, esto es, que el miserable empresario, el que "pone" el capital, el riesgo y la capacidad emprendedora, no genera un ápice de valor. 2) La Teoría de la Explotación del hombre por el hombre. Claro, si el único que genera valor es el obrero, todo lo que el capitalista obtenga –la inefable plusvalía– es trabajo expropiado. Y 3) que, en consecuencia, la lucha de clases sería inevitable. Tres tonterías que seguramente no fue Marx quien las postuló, sino que Stalin, Lenin y Mao ¡otra vez! se las endilgaron.

E-mail: gomezemeterio@gmail.com

http://emteriogomez.wordpress.com


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Notitarde09-07-2011 |


El socialismo inhumano

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Un paseo por el centro de Caracas nos muestra como siempre una ciudad caótica y excesivamente pintarrajeada. Pintada sobre el caos. Hay telas tricolores por todas partes, mientras ensayan en una esquina actores vestidos a la usanza de la época de la Independencia. Amarillo, azul y rojo en el edificio del Concejo Municipal, amarillo, azul y rojo en un túnel de plástico frente a la Asamblea Nacional, el mal gusto puro en amarillo, azul y rojo.

La pobre oficina principal de Correos, está pintada en todos los colores del iris, parece que todos los sobrantes de pintura se usaron allí, mientras la iglesia de Santa Capilla brilla rosada al lado de la Escuela de Música en granate y crema. Bueno, pero por lo menos están pintadas. Es el final de la avenida Urdaneta, donde hacen un telón bolivariano, de fondo a las continuas manifestaciones de los familiares de los presos de El Rodeo II, que llevan semanas protestando y recibiendo los gases de las bombas lacrimógenas, así como los empujones de las fuerzas del orden bolivariano.

Mientras el Presidente hablaba en el Balcón del Pueblo de su enfermedad, la noche de su regreso a Venezuela, las madres de los presos le gritaban "inconveniencias" desde el fondo de la avenida. Al día siguiente, los familiares vagaban reencontrándose por los rincones del puente de Carmelitas, ceñudos, golpeados. Aún están allí, dispuestos a otra protesta. Ya viven en el puente, prácticamente.

Poco a poco están formando parte del paisaje, de este paisaje fétido parecido a los malos olores que se disfrazaban con colonia en las cortes antiguas. Bajo los colores primarios brillantes, típicos del chavismo, afloran las desviaciones.

Los presos son una fuente de inconvenientes para los funcionarios, ya lo sé. Por ejemplo, enviaron un grupo de procesados del Rodeo II a Carabobo y reventó una huelga de hambre en Tocuyito. Enviaron otro grupo a Anzoátegui y comenzó una fuga en masa en Puente Ayala. La protesta también se extendió en Caracas y es así, como los familiares de los presos por una fiesta rave de hace un año, a quienes pusieron presos por sospechas en el caso de un decomiso de 0,4 gms de cocaína, cayeron en ese limbo sin respuesta del sistema carcelario nuestro. Hoy se declaran en resistencia en la calle. Frente a la casa de la jueza Afiuni, también manifiestan los estudiantes de derecho y envía cartas de una página en su apoyo, Noam Chomsky.

En el imaginario popular, preso es preso y protesta es protesta. Afiuni, Forero, Peña Exclusa, los reclusos de El Rodeo, los ex reclusos que recuerdan sus miserias en las camioneticas de la ciudad. Todos dibujan una sola historia y un solo personaje. El preso.

Hace tiempo que no había una figura popular tan definida como ésa, característica de este período de gobierno.

De diferentes clases sociales, con diferentes razones para su reclusión, unos solos y otros acompañados. Unos más violentos que otros, han formado sin embargo una sola figura emblemática: golpeada, humillada, hambrienta, violada, maniatada, trasladada a golpes o si no olvidada en el fondo de un hueco maloliente, sin luz de sol, en calzoncillos, sin derechos. Define al país que los puso presos y al sistema que los mantiene en la ignominia: una red de torturas sistemáticas sostiene el sistema fétido, al que define una sistemática violación de derechos humanos por parte de quienes están obligados a defenderlos, una sordera sistemática y una coincidente persecución de los miembros de organizaciones que tienen por norte defender y dar la mano a los caídos. Esos son el modus operandi y la conducta diaria en las cárceles venezolanas por parte de las autoridades.

El socialismo no se trata de banderas, de tiras rojas, amarillas y azules. No se trata de loas a los poderosos, ni de representaciones en cada esquina de realidades pasadas con las que se supone que se identifica el proceso bolivariano. Uno no es bolivariano, católico, budista, ni humanitario, o defensor de los derechos del pueblo, porque lo pregone, porque todos los días repita que lo es. Para eso no se saca carnet. Ni se lleva uniforme. Todos los días el "proceso" demuestra su debilidad ideológica y política, precisamente con estos atentados contra la humanidad que hacen contra las familias de los presos, que no han cometido delito, contra presos amotinados que han pasado casi un mes sin soluciones, contra los presos que mantiene cautivos por materia de opinión. Contra los que mantienen en celdas infectas expuestos a todo tipo de vejaciones, sin juicio.

La sordera y la inhumanidad son enfermedades sociales gravísimas, peores cuando se perpetúan en nombre del socialismo. Y el país está minado de injusticias. Si quieren, no hablamos de ellas mientras el Presidente termina de curarse, pero eso no hará que desaparezcan.

Al contrario la violación de derechos seguirá regándose, su aceptación por omisión, terminará haciendo metástasis.

(*) Periodista; editora jefe de la corresponsalía de Notitarde en Caracas.

E-mail: nuevatoledo@gmail.com

Notitarde Lectura Tangente 09-07-2011 |

El partido comunista chino se enfrenta al siglo XXI

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En su 90 aniversario, las incertidumbres se ciernen sobre el Partido Comunista Chino. Si quiere sobrevivir a la era de la globalización y las redes sociales tendrá una vez más que transformarse.

Las calles de Pekín llevan semanas adornadas con el número 90, que son los años que este mes cumple el Partido Comunista de China (PCCh), la institución política más poderosa del planeta. Con más de 80 millones de miembros (la misma población que tiene Alemania), el PCCh controla las empresas más poderosas de la segunda economía del mundo y lidera el país más poblado del globo. En sus manos ya no está solo el destino de la nación china, sino de todo el planeta.

Sin embargo, a pesar de los logros económicos de las últimas décadas, el Partido Comunista de China está rodeado de incertidumbres. Si bien desde fuera el país podría considerarse una superpotencia capaz de sortear todas las crisis (la última de ellas la de 2008), desde dentro el Gobierno es cada vez más consciente de los nuevos retos a los que se enfrenta en el siglo XXI. La vitalidad de Internet, el surgimiento de nuevos poderes económicos, la falta de una ideología capaz de seducir a los ciudadanos, el estancamiento del actual modelo de desarrollo y la próxima sucesión en el poder en 2012-2013 han creado una gran inseguridad en el seno del Partido.

Para empezar, la fuente de su actual legitimidad, que reside en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos, se ha puesto en duda en los últimos meses. Aunque el Producto Interior Bruto no ha dejado de crecer de forma espectacular, la inflación, el disparatado precio de la vivienda y las diferencias entre ricos y pobres están generando un descontento entre la población que en los últimos meses ha explotado en varias regiones. Si el PCCh no consigue frenar la corrupción en sus filas y reducir las desigualdades, el sentimiento de frustración seguirá creciendo entre la mayoría de ciudadanos que no puede alcanzar el sueño chino que ve por televisión.

Por encima de estas consideraciones económicas, muchos en China piensan que las instituciones gubernamentales se han quedado obsoletas en el mundo moderno. Internet y la globalización han cambiado el planeta y al gigante asiático, y al igual que ha pasado en muchos países árabes o incluso europeos, existe cada vez una mayor brecha entre gobierno y ciudadanos. El propio presidente chino, Hu Jintao, hizo énfasis en su discurso conmemorativo del nonagésimo aniversario en que las raíces de muchos de los errores del Partido habían estado en su falta de conexión con la realidad. El actual inmovilismo del PCCh no encaja demasiado bien con el dinamismo de la sociedad china.

Aunque no se habla abiertamente de una democratización (actualmente fuera de la agenda política), diferentes intelectuales, periodistas e incluso políticos de primer orden (entre ellos el primer ministro Wen Jiabao), han defendido en los últimos años una mayor apertura del régimen. Uno de los académicos que con más ahínco pide reformas es Yu Jianrong, un investigador de la Academia de Ciencias Sociales que no deja de defender un mayor control sobre el gobierno y el respeto a la ley para acabar con la corrupción y defender a los más desfavorecidos, especialmente a los campesinos.

"Para llenar el actual vacío

ideológico, otro grupo de

políticos ha defendido en

los últimos años una especie

de vuelta sentimental

al maoísmo".

Muchos expertos también piensan que son necesarios cambios estructurales para que el país pueda seguir avanzando económicamente. El gran reto de China es abandonar el actual modelo de crecimiento basado en las exportaciones y la mano de obra barata para conseguir una economía con mayor valor añadido y empresas competitivas a escala global. O, como se suele decir, pasar del made in China al invented in China. Hu Shuli, una de las periodistas económicas más famosas del país, no deja de repetir en su nuevo grupo mediático, Caixin, que sin cambios estructurales (políticos, culturales, legales, etc.) el país se puede quedar atrapado en su actual nivel de desarrollo.

Todas estas dudas que se ciercen sobre el PCCh se han intensificado debido a la falta de un sostén ideológico que aglutine a la población. Desde que en 1978 el Partido comenzara a abandonar en la práctica las teorías marxistas, éste se ha quedado desnudo sin un armazón de principios que pueda convencer a la población. La reciente solución ha sido promover un nacionalismo chino que el Partido Comunista pueda liderar, y aunque esto se ha conseguido parcialmente, también se ha convertido en un arma de doble filo que podría volverse contra el PCCh.

Para llenar el actual vacío ideológico, otro grupo de políticos ha defendido en los últimos años una especie de vuelta sentimental al maoísmo. Entre los líderes más destacados de esta tendencia está Bo Xilai, hijo del histórico dirigente Bo Yibo y actual secretario de Chongqing, quien ha organizado campañas multitudinarias para recuperar las canciones y películas rojas de los 50 y 60. A esta tendencia se han sumado también otros hijos de revolucionarios chinos, que forman un influyente grupo dentro del PCCh y podrían buscar una vuelta a los principios marxistas del Partido. Aunque es probable que estos movimientos solo sean intentos populistas por ascender en el poder, la previsible llegada en 2013 a la presidencia de Xi Jinping, que forma parte de esta misma facción, podría provocar una vuelta a los valores comunistas como solución para llenar el actual vacío moral del Partido.

A sus 90 años, el PCCh se ve una vez más en la obligación de transformarse. En todo este tiempo, el Partido Comunista de China ha pasado de promover la revolución y la igualdad social a defender la estabilidad, el estatus quo y el desarrollo económico. Si en sus orígenes atacó a burgueses y empresarios, en la actualidad éstos son sus principales defensores. Aunque conquistó el poder gracias al apoyo del campo, hoy en día su sostén está en las ciudades más ricas. En los actuales tiempos de confusión y redes sociales, el PCCh tendrá que transformarse una vez más si quiere sobrevivir.

(*) Coordinador de la página web ZaiChina.





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