Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 11 de julio de 2011

GASPAR COLÓN, CANTANTE DE ÓPERA "Yo no soy político, yo soy músico"

GASPAR COLÓN, CANTANTE DE ÓPERA
"Yo no soy político, yo soy músico"

"(El 5 de julio) había una felicidad de venezolanidad(...) que va mucho más allá de la política" "Venezuela es ahora el epicentro de lo que está pasando en la música"

Gaspar Colón asegura no haber percibido la politización en el concierto Bicentenario ÁNGEL DE JESÚS
DUBRASKA FALCÓN | EL UNIVERSAL
lunes 11 de julio de 2011 12:00 AM

El barítono Gaspar Colón cantó en la celebración del Bicentenario de la Independencia, el pasado 5 de julio, por Venezuela. ¡Por nada más! Y en eso no existe discusión. Más allá de las consideraciones que puedan rodear la festividad organizada por la Alcaldía de Caracas y por el Gobierno del Distrito Federal, el cantante lírico le regaló su voz al país, al interpretar junto a Aquiles Machado y las orquestas sinfónicas juveniles del Teatro Teresa Carreño, Francisco de Miranda, Caracas y Simón Bolívar La Cantata Criolla, de Antonio Estévez, inspirada en los versos de Alberto Arvelo Torrealba. Todos bajo la batuta del maestro Gustavo Dudamel.

"Yo no soy político. Yo soy músico. Vi lo que estaba pasando en la tarima: los músicos de Venezuela haciéndole una ofrenda a Venezuela, cantándole a Venezuela. La más importante era lo que estaba pasando ahí; lo que estaba pasando en tarima musicalmente hacia fuera. Lo demás estaba muy lejos de la profundidad emotiva que tenía lo otro", asegura el cantante que participará en la ópera El Quijote cuerdo, que se estrena el 15 de julio en el Colegio Emil Friedman.

-¿Cómo describiría el espectáculo que se presentó el 5 de julio?

-Te puedo hablar de la parte musical, la que me corresponde a mí. ¡Me pareció fantástico! Estuvieron en escena cerca de 2000 personas. La cantidad de personas que estaban sobre el escenario era el equivalente a los espectadores que llenan la sala Ríos Reyna del Teresa Carreño. La fastuosidad y la dimensión era emocionante. 1800 corazones, almas, voces en tarima. Era una situación sobrecogedora. Es muy difícil describirlo. Tantos corazones latiendo juntos, lo sientes. Te llegan al cuerpo, a la piel.

-Las personas comenzaron a retirarse cuando comenzó La Cantata. ¿Cómo se seleccionó la pieza?

-Tengo una percepción distinta. La Cantata es venezolana, es una obra de Antonio Estévez, fundamentada en una tradición venezolana; además de Florentino y el Diablo que está cantado por El Carrao de Palmarito con arpa cuatro y maraca. Claro, hay una elaboración académica que hace el maestro Estévez, que está antes del joropo. Quizás a alguien le parezca lento. Desde donde estaba no vi que nadie se fuera.

-¿Se politizó el evento?

-Te voy a decir la absoluta verdad: no he visto el espectáculo. De ahí me fui a mi casa. Lo había dejado grabando, pero como soy yo de pirata grabé lo que no era. Estoy esperando la copia. Estando en el escenario no ves. Estando tú allí eres él que menos te das cuenta de lo qué pasa.

-¿No se dio cuenta del 'Pa' lante Comandante'?

-No, porque encima del escenario uno no ve nada de eso. Ni siquiera sé dónde estaría puesto (...) Lo que sentí ahí, más allá de cualquier otra consideración, era el hecho de estar en el cumpleaños de mi país haciendo un concierto con música venezolana; rompiendo récord mundial con la cantidad de músicos. A mí me pareció, independientemente de cualquier otra consideración porque yo no sé qué se estaba transmitiendo, es que había una felicidad de venezolanidad. Es un asunto que va mucho más allá de la política. ¡Era una cosa de buena vibra, de verdad bonita! Fue lo que sentí y creo que fue lo que pasó.

La ópera en Venezuela

-¿Cuál es el panorama de la ópera en el país?

-En general la música gracias, básicamente y fundamentalmente al Sistema Nacional de Orquestas, al maestro José Antonio Abreu y a Gustavo Dudamel, digamos que está bastante bien. Venezuela es ahora el epicentro de lo que está pasando en la música. Están desfilando los maestros más importantes del mundo. Con Gustavo hemos hecho aquí La Bohéme, La Traviata; con El Sistema hice Rigoletto. Todas estás cosas grandísimas que pasan en las orquesta repercuten en la ópera. ¡La ópera está creciendo! No solo en Caracas sino en el interior del país también.

-¿Es rentable hacer ópera en Venezuela?

-El arte en general no creo que tenga como un elemento determinante que sea rentable o no, a pesar de que si no es rentable es mucho más difícil llevarla adelante. Pero casi todos los títulos que se montan se agotan, aunque la publicidad a veces es deficiente. Las funciones que he hecho últimamente en el Teresa Carreño, se llenan. Hay un público.

-Pero la figura de Gustavo Dudamel dirigiendo en algunas es fundamental para llenar la sala...

-La figura de Gustavo es fundamental para todo. Por supuesto que tienes la razón en lo que estás diciendo. Sin embargo, otros títulos en los que no ha estado Gustavo también se agotan. Por ejemplo, hice con Diego Matheuz Rigoletto y también se agotó. Sí hay un público de ópera. No es que Gustavo no hace falta, Gustavo es fundamental.

-El virtuosismo de la Orquesta Simón Bolívar a veces arropa la interpretación de los cantantes líricos...

-Eso muchas veces tiene que ver con las características del montaje que se haga. Normalmente, la ópera está hecha para que la orquesta esté en el foso. Cuando la orquesta está en el foso digamos que se equilibran la potencias de las voces contra una orquesta que está sumergida ahí. Cuando las puestas se hacen con las orquestas arribas los balances de las voces se hacen sumamente difíciles. La idea es que eso no ocurra. Lo que pasa es que a veces la orquesta está arriba por razones de practicidad.

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