Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 11 de julio de 2011

Su majestad, el ron venezolano libro de El nacional escrito por Humberto Márquez

LETRA FRÍA/Su majestad, el ron venezolano

HUMBERTO MÁRQUEZ

En el imaginario poético de quienes somos cultores del ron habita una sensación de historia mágica que se activa cada vez que nuestros labios se mojan en sus gracias. Son historias de la Colonia, leyendas blancas y negras, historias de esclavos alzados y sumisos, la epopeya independentista, tierras perdidas y tierras recuperadas, la música que lo acompaña al son del tambor, sus propiedades afrodisíacas y en general como remedio del alma, porque es una medicina contra la depresión. Su majestad, el ron, va y viene como péndulo de la historia, surge de la tierra-nada, de la tierra-todo, que en el principio era nada y todo a la vez, hasta llegar al ciclo de vida de ser rey de rones y ron de reyes, y pasar por su inevitable desplazamiento en el siglo pasado y el resurgir de los nuevos tiempos de la última década del XX, y lo que va de este siglo XXI.

El tratamiento mayestático que pudiera ser paradójico por venir de una bebida realenga, o ni tanto, porque ciertamente, al nacer el ron sin dueño y no ser propiedad de la iglesia, ni de la nobleza, automáticamente lo era entonces de la Corona. Por eso el titular trata de entronizar este elixir maravilloso en el pedestal, valga decir paladar, que ha mantenido toda la vida, aunque históricamente haya sido víctima de vilipendio. Los problemas comenzaron cuando España sintió que las bebidas de caña eran competencia de sus caldos y cuando se hizo bebida preferida de piratas y razón de ser de ellos mismos, al intervenirse los sabores del ron, por la corona británica, los marinos roneros preferían enrolarse con los filibusteros para poder degustar el ron en su esencia y fragancia original.

Su majestad, el ron, era un título que ya venía sonando en mi mente, desde una conferencia que me tocara dictar en Casa de las Américas en Madrid, en tiempos de la embajadora Gladys Gutiérrez, la idea era parafrasear una de las piezas primordiales de la discografía latinoamericana, Su Majestad, el Danzón, interpretada por la orquesta Aragón. Sin embargo, decidí cambiarlo para que no fuera yo a generar un problema protocolar, por una supuesta irreverencia que nuestros acercamientos poéticos al ron, pudieran herir la susceptibilidad de la realeza española.

De aquella conferencia que nunca se publicó, quedaron muchos apuntes y parte del texto mismo, que está saliendo en libro publicado por El Nacional, bajo el título final Su majestad, el ron venezolano, con la poética intención o la intención poética, que pudiera tener lo majestuoso, más allá de los reyes propiamente dichos, y de la realeza misma.

Seguiremos informando.

19/06/11.-







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