Guillermo Mujica Sevilla || De Azules y de Brumas
Carabobeños sobresalientes en la Independencia venezolana de 1811 (II)
Allí mismo redactó El Semanario, periódico de los primeros en sostener las ideas de la Libertad. En 1812 asume la defensa de sus compatriotas valencianos condenados a muerte por la revuelta de 1811.
A requerimiento de Bolívar revisó el Proyecto de Constitución para la Segunda República, que había redactado Francisco Javier Uztáriz y defendido por Don Cristóbal de Mendoza en 1813.
En vísperas de la Batalla de Urica, pereció Miguel Sanz acuchillado por las tropas de Morales que no respetaron edad, ni sexo para sus degüellos. Con la muerte de Sanz se perdieron los originales de sus trabajos literarios entre ellos los de una Historia de Venezuela.
A la hora de su muerte tenía 60 años, pues había nacido en 1754. Sanz fue el fundador del Colegio de Abogados de Venezuela. Al frente del edificio del colegio hay una estatua suya. Su nombre lo ha llevado siempre la Escuela de Derecho de Valencia.
Gral. Bartolomé Salom
Ilustre prócer de la Independencia, cuyo nombre, según su más acertado biógrafo, Dr. Asdrúbal González, fue sinónimo de virtud. Nació en Puerto Cabello el 24 de agosto de 1780. Al estallar la Revolución del 19 de abril, Bartolomé Salom estaba dedicado al comercio y dejó su honrada actividad para dedicarse a la de las armas. Por su entusiasmo e inteligencia al abrazarla adquiere el grado de Alférez de Artillería. Se incorpora en 1811 al ejército que al mando del General Toro va a combatir los insurrectos de Valencia. Y luego se bate en La Victoria al lado de Miranda. Después de la pérdida de la Primera República fue reducido a prisión y sometido a trabajos forzados en su lugar de origen junto con su paisano Juan Tinoco.
Salom fue posteriormente remitido a los calabozos de Cádiz y logró salvarse cuando el barco tocó en el puerto mejicano de Veracruz.
En 1815 se une al ejército de Bolívar que remontaba el río Magdalena, lo acompañó en Los Cayos y formó parte de esta expedición desembarcando en Ocumare.
Estuvo en los combates de Onotos, Chaguaramas y Quebrada Honda, El Juncal, Payara, en la Campaña de la Nueva Granada y Segunda Batalla de Carabobo en 1821.
Después de sus glorias en la Guerra de Independencia y retirado a una vida privada, fue candidato a Presidente de la República en 1835 perdiendo contra el Dr. José María Vargas y la segunda vez en 1845.
El Gral. Salom muere en su ciudad natal el 30 de octubre de 1863 y sus restos fueron llevados al Panteón Nacional el 5 de julio de 1909.
Dr. Carlos Arvelo
El Dr. Carlos Arvelo, nació en Güigüe el 1º de junio de 1784 y se graduó de médico en 1810, y el Libertador en 1913 lo nombró médico-cirujano en Jefe del Ejército Libertador y con este cargo actuó al lado de José Félix Rivas en San Mateo, Vigirima, Ocumare y La Victoria.
En esta última acción recibió un balazo en el pecho. Después de la Batalla de Carabobo, se ocupó de la docencia universitaria al lado del Dr. José María Vargas. Escribió texto sobre Patología Interna y Materia Médica, el primero de los cuales se declaró texto oficial de la Universidad de Bogotá.
Hemos preferido incluirlo en el número de los ilustres próceres, porque empuñó las armas para combatir al tiempo que sanaban las heridas, aún cuando fuesen del bando contrario, como ocurrió cuando curó las heridas de Boves. El Dr. Arvelo, fallece en Caracas el 17 de octubre de 1862. Es epónimo del Municipio Carlos Arvelo.
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