"¡P'alante, p'alante, p'alante comandante!", coreaba la mayor parte de los asistentes a la sesión solemne con motivo del Bicentenario de la Declaración de la Independencia, realizada ayer en el hemiciclo protocolar de la Asamblea Nacional (AN).
Estos gritos que se escucharon al menos 5 veces, mientras el orador de orden, Roberto Hernández Montoya, emitía su discurso, demostraron que el acto se hizo para halagar al presidente Hugo Chávez, cuyos seguidores, convocados al palacio federal legislativo, vestían franelas rojas estampadas con el rostro del "Comandante" y los que no, portaban afiches similares. "Comandante te amo", gritó una fanática, mientras que un anciano repetía la misma frase, pero aclarando que era todo un varón. Pero no solamente "el Poder Popular" invitado al acto aplaudía y gritaba, sino que también lo hicieron los diputados del Psuv, los funcionarios públicos y ministros, además de las jefas del CNE, Fiscalía General, Contraloría, TSJ, Defensa Pública y Defensoría del Pueblo. Los miembros del cuerpo diplomático fueron discretos y los diputados de la Mesa de la Unidad, completamente parcos. Destacó en esta reunión el empeño de los organizadores en aclarar que desde ahora en adelante las sesiones solemnes por la declaración de Independencia se realizarán el 8 de julio de cada año. Dijeron que fue ese día y no el 5 de julio de 1811, cuando en realidad comenzó a firmarse el acta de Independencia. Y para demostrar esto, antes de la lectura del documento, varios diputados, solamente del PSUV, leyeron una cronología de todo lo que ocurrió en aquellos días de julio.
El discurso
"Desde hace dos años protagonizamos un atenazo, hasta en Grecia se siguen los pasos que Caracas dio", dijo Roberto Hernández Montoya, quien remarcó que por largo tiempo el régimen imperante se encargó de hacer creer que el venezolano es flojo y haragán. Además, aseguró que también se dejó de leer a Andrés Bello y Rómulo Gallegos, "no obstante, hoy en día, gracias a la revolución bolivariana estamos rescatando nuestros caudales culturales". Dijo que "gracias al desafío cultural de 1811 es que hoy en Venezuela no concebimos la existencia de un rey o una reina, a quien hacer reverencias". Aprovechó para burlarse de los europeos que "toman las calles de las ciudades para ver una boda real". Al finalizar el discurso, el presidente de la AN, Fernando Soto Rojas lo calificó como "una pieza de oratoria" y ordenó su publicación.
El peor
Entre los diputados de la oposición, presentes en el recinto, destacó Julio Montoya (UNT) quien no soportó más y se retiró, "porque no han entendido que la Independencia es la celebración de todos". Montoya dijo que se trató "del peor discurso de la historia del Parlamento, con poca profundidad, y un lenguaje inadecuado lleno de odio y divisionista". Edgar Zambrano (AD), manifestó que fue "una sesión de trámite, para mostrar a los seguidores de Chávez lo imprescindible del líder. Pero también se produjo una ruptura de códigos y símbolos".
Los desposeídos
Para los diputados del Psuv, la sesión fue lo máximo. El diputado Andrés Eloy Méndez señaló que la incorporación de las clases desposeídas es una de las premisas de la construcción de la nueva República, al mando del presidente Hugo Chávez. "Hoy a Venezuela, con las ideas de socialismo, nos consiguen 200 años después en Revolución Bolivariana para la emancipación y para que la independencia no sean bienes de un solo grupo, sino bienes absolutos de todo el pueblo venezolano", comentó.
En los alrededores del palacio colocaron tarantines con ventas de artesanías, distribución de alimentos, cubículos de los ministerios, con muestras de "los logros de la revolución". Destacó la presencia del titular de Industrias Básicas y Minería, José Khan, quien hacía promoción de los productos elaborados en Alcasa, los cuales mostraba a las cámaras de ANTV, como vendedor de autoperiquitos. En los jardines hubo manifestaciones folklóricas, un grupo de estatuas vivientes atraía la atención y una exposición sobre la gesta independentista ocuparon a los visitantes, a quienes se les abrió las puertas del recinto, donde aún se puede visitar el acta original de la Declaración. Los periodistas de la fuente legislativa apenas pudieron usar el salón que les tiene asignado, porque las cornetas fueron ubicadas afuera, por lo cual tenían que aglutinarse y hacer lo imposible para ubicarse.
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