jueves 21 de julio de 2011
CHAVEZ, LEYENDO ENTRE LINEAS.
Ni a Brasil, ni a ningún otro sitio. No importa la tecnología, ni los avances de la medicina carioca. El hermetismo y el control de la información están por encima de cualquier otra consideración. Y eso, solo la isla donde nació Martí puede proporcionarlo con garantías.
Tal como se esperaba y estaba planificado, Chávez retornó a Cuba este pasado fin de semana con la Autorización de la Asamblea Nacional para seguir tratamiento médico. Él mismo lo había anunciado días atrás, y no obstante las muestras de recuperación que ha dejado ver en estas dos últimas semanas, las apariencias no pueden evitar, ni mucho menos esconder, que lo que haya que hacer se haga, so pena de correr el riesgo de un empeoramiento de la enfermedad, no importa el grado de benignidad o malignidad que el tumor canceroso pueda tener. Se puede dejar de dar información, recortarla y reducirla a lo más mínimo, sin detalles o datos particulares que impidan conocer exactamente lo que ocurre o que se saquen conclusiones a futuro; se puede manipularla como en efecto se hizo y lo explicáramos en un articulo anterior, para hacer pensar en una recuperación inmediata y restarle importancia, de alguna a manera, a la gravedad y al temor que una enfermedad como el cáncer suele despertar; pero no se puede mentir del todo en un asunto tan grave como lo es el estado de salud de un Jefe de Estado. Por eso, hay que saber leer entre líneas lo poco o mucho que sobre su situación ha dicho el propio presidente de la república.
Que Chávez está enfermo, es algo de lo que no cabe duda. Que tiene cáncer tampoco. Si además a estos hechos ciertos, le sumamos que el cáncer debe ser de colon, dado que en su discurso grabado, mostrado en televisión el 30 de junio pasado, el propio Chávez lo localizó en la zona pélvica, y que se incluyó yogurt en su dieta, el mismo lo ha reconocido públicamente, nos damos cuenta que tenemos bastante información como para pensar en el porvenir, no solo de Chávez, sino también de Venezuela. A todo ello habría que agregar necesariamente, pues es un dato importante, que no hay por que ponerlo en entredicho, que el tumor descubierto y operado estaba encapsulado, lo que indica que, en principio, no ha habido expansión o metástasis de las células malignas. Que vaya a La Haban a recibir quimio o radioterapia, posiblemente la primera, más que la segunda, confirma todo esto, aunque bien podría dar pie a otra prognosis o diagnostico. Los pronósticos médicos prefiero, en todo caso, dejárselos a los especialistas.
Los meses venideros serán decisivos en la lectura del futuro, de esa bola de cristal que aun queda por descifrar pero que ya no es una mera adivinanza. La evolución de la enfermedad o convalecencia de Chávez, mostrará su propia sintomatología, a través del sistema político que nos dará sus partes médicos escondidos a través de las decisiones del gobierno, de las propias manifestaciones de la dirigencia del chavismo, que acaba de reconocer que Chávez es el plan A, el plan B, el C y todos los planes, por que en verdad, es el único que tienen; y cuando se tiene un solo plan, ya sabemos lo que puede pasar. Habrá que estar igualmente muy pendientes de lo que se diga desde La Habana, pues los Castro saben que la enfermedad de Chávez puede hacer acelerar su programa de apertura económica. Las señales llegaran de todos lados, de todas partes; solo hay que estar atentos y no ser escépticos. Por que todo es cierto, tan cierto, como que no había rastros de arsénico en los restos de Bolívar.
Xlmlf1@gmail.com
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