Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 3 de julio de 2011

La cárcel interna

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Notitarde 02-07-2011 |


La cárcel interna

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La oportunidad de ver como funcionamos como sociedad nos las está dando, sin quererlo, el sistema carcelario y su actual estallido.

La parte aparente de la crisis es la bien estructurada red de carencias de las prisiones en el área de la humanización y rehabilitación. En las cárceles venezolanas no existe un régimen de trabajo y estudio consistente. En su lugar, toma sitio una organización mafiosa dedicada a la producción de delitos con ramas dentro y fuera del penal. No es nuevo utilizar a las cárceles como centro de actividades delictuales. Ya antes fueron famosas en Colombia por las ventajas y privilegios que obtenían en ellas los jefes del narcotráfico.

La verdad es que dentro de ese negocio, no hay facilidades ni comodidades para la mayoría, que sufre de hacinamiento, abusos e injusticia. Se trata simplemente de un gang, donde el jefe es como el rey. El objetivo es maximizar ganancias. El gobierno mafioso de la prisión, prefiere el desorden, que preserva su status quo. El establishment también lo desea , ya que sus representantes preservan efectivamente el negociado: venta de armamento, secuestros, chantaje, tráfico de drogas. No hay delito en el Código Penal que no haya sido cometido bajo la vigilancia de los guardias nacionales.

Un universo persiste alrededor de los penales, que no es delincuente, pero que sufre las consecuencias de la vida en prisión: los familiares, los defensores de los derechos humanos y/o ministros de distintos cultos. Y el público en general, que es pasto de los delincuentes. El contribuyente venezolano paga todo este horror carcelario con su trabajo y sus respectivos impuestos.

Y así como funciona la cárcel, funcionamos todos. Vivimos en un estado donde se perpetúa satisfactoriamente la corrupción. Producimos en un país donde un núcleo dirigente que estimula el robo no desea dejar las ventajas que ha conseguido.

Tenemos crisis esporádicas. Huelgas, paro petrolero, crisis eléctrica, escasez. Con pocas salidas pausadas, pensadas, estructuradas.

Se nos presentan solo bifurcaciones en el camino. Destinos, los llamaría alguien.

Uno es consolidar el establishment socialista con su pobreza ideal como destino final hacia el cual las grandes mayorías evolucionen. Todos somos pobres, todos somos buenos. Es como decir que las cárceles nuestras se queden como están y que se perfeccione el mandato de los pranes, se les den seguridades y se termine el asunto. Es decir, que no se hable más. Todo el mundo sabría a qué atenerse. Los guardias, oficialmente ahora, se quedarían en las afueras, todos los negocios y todo el trato que hay ahora, se conservaría, con el mismo presupuesto. Tendría la ventaja de ser una zona de tolerancia social, donde todo el mundo sabría al entrar que se pasa a otro país. Sin demasiadas noticias, sin demasiados derechos, pero se conservarían los negocios y las ventajas actuales para los jefes, que pasarían a ser reconocidos y no sancionados por el Estado.

La otra salida es terminar desde las raíces de todo el negocio. Localizar a los grandes jefes donde estén. No todos, por supuesto están dentro de la prisión. Invertir grandes cantidades de dinero y recursos en limpiar los edificios, procesar a todos los internos en el término de seis meses, señalar a los funcionarios corruptos y procesarlos, como a sus jefes. Colocar centros educativos y religiosos que cuenten con ayudas directas del Estado, lo cual debería aumentar presupuesto y voluntades exponencialmente.

Siguiendo con el símil de la cárcel y la sociedad venezolana. ¿Alguien cree sinceramente, que los negociados enormes que hay en el país, el secuestro, la tortura, el robo a gran escala, se van a acabar porque se vaya o venga alguno que otro líder, a menos que se acabe y se procese a los jefes de todo el tinglado? Si antes se hablaba de los doce apóstoles, ahora debe haber una multiplicación bolivariana del apostolado.

No nos sorprendamos. No son las personas, es el sistema. Mientras persista la impunidad y se aplauda el robo, siempre que sea al adversario político, persistirá nuestro penal mental, como modelo de Estado, con sus pranes, sus vigilantes corruptos, sus madres llorosas y su cuota persistente de muertos semanales.

La gente se horroriza cuando se entera de la degradación que se vive en los penales, pero no se horroriza porque la roben los estafadores de cuello blanco de todos los días, Incluso les saluda con reverencia. Ellos nos roban un país civilizado y digno y nos llevan a vivir en un Estado en quiebra ética . El Rodeo II es solamente una de sus circunstancias.

(*) Periodista; editora jefe de la corresponsalía de Notitarde en Caracas.

E-mail: nuevatoledo@gmail.com

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