Notitarde 26-07-2011 |
La casa de La Estrella y la ciudad
/El pasado domingo tuve oportunidad para visitar junto a mi familia, La Casa de la Estrella. Fue una visita que se prolongó más allá de lo programado, fue un rato muy agradable que nos permitió ver la exposición artística cuyas obras se inspiran en la fecha Bicentenaria de la República. Excelente montaje, magníficos temas que sirvieron de inspiración a los artistas presentes y sobre todo un escenario que mantiene el ambiente histórico que se vivió en esa edificación, tan bien restaurada y mejor conservada.
Pero así como salimos muy satisfechos por haber disfrutado de ese ambiente, nos sentimos mal al ver una ciudad sucia, abandonada, con una imagen que de verdad le choca a cualquiera, porque Valencia no era así. Tampoco vamos a decir que la ciudad era toda una belleza hace años, pero había un sentido de superación que vislumbraba un mejor futuro. Se sentía que la ciudad mejoraba, aún con los problemas que tenía, pero es que ahora vemos deterioro por todas partes. Es en el norte, como el sur, al este y el oeste, desde cualquier lugar de la ciudad, no se aprecia una mejora. Calles con huecos por doquier, desde el Máximo Romero hasta Guaparo y desde San Blas hasta el Barrio Central. El sistema de transporte es una total anarquía. En años pasados, el servicio de busetas y taxis estaba regulado. Se requería de una identificación, una placa y salvo los taxis, las busetas debían obedecer en su servicio a rutas bien identificadas. Ahora las rutas las fijan los choferes y la anuncia un colector que guindando de la puerta va gritando el destino que lleva.
Ese ambiente no se ve en ningún pueblo de la América Latina. Les aseguro lo que escribo, conozco muy bien Latinoamérica, sus capitales y pueblos, y no se ve la anarquía o desorden que aquí observamos.
Hay quejas por los ingresos, pero es que la administración deja escapar muchos servicios que están obligados a pagar impuestos. El impuesto a los vehículos, a los taxis, las busetas; la licitación de las rutas etc... podrán mejorar los ingresos, lo mismo lo de las vallas que resultan en un gasto a la ciudad. Cuelgan pendones y vallas y luego la alcaldía tiene que recogerlos como basura.
La ciudad necesita orden, limpieza y buenas condiciones de vida. Gracias a Dios que al menos todavía hay instalaciones públicas que dan alegría y orgullo como La Casa de La Estrella.
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