La conciencia del pueblo despierto son las marcas de este 5 de julio bicentenario
Llegó la fecha que preparamos y esperamos como llegan las celebraciones de los días esperados, de las Pascuas y el fin de año en la niñez. Llega acompañada del valiente mensaje que desde La Habana envía el Presidente a su pueblo: "¡Vamos pues, vamos, con nuestro padre Bolívar, en vanguardia, a seguir subiendo la cima del Chimborazo!", a "escalar nuevas cumbres". Honremos pues esta fecha singular con una celebración sin paralelo porque no lo tiene. Es, sin duda alguna, la reflexión y la interiorización por parte de nuestro pueblo, en activo despertar de conciencia y en determinación para la participación en la construcción del destino común lo novedoso de esta celebración Bicentenaria.
Ya no son los enredos de hace doscientos años, donde algunos líderes conscientes de la rebelión, militantes del sueño de Independencia y de Soberanía, tenían que hablarle a un pueblo sumiso disfrazando la revolución con la defensa de los derechos del Rey español depuesto por los franceses. Ahora está el pueblo completo empujando, diciendo de soberanía, de independencia, de participación plena en la complementación de lo que fue aquella gesta que recordamos para asumir nuevos compromisos.
Pospuesta solamente la Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, destino común irrenunciable, acompañando la batalla victoriosa del Comandante Presidente. Relanzamos este 5 de julio los compromisos de construcción de esperanza y de fe en el liderazgo y la conducción de la presente jornada histórica.
La victoria de la patria plena, la victoria de los ideales nobles, la superación de todas las dificultades y la comprensión, la conciencia del pueblo despierto son las marcas de este 5 de julio bicentenario. ¡Hasta la victoria siempre!
fariascardenas@gmail.com
Para el Día de la Independencia de tu país se puede escribir mucho. Ahondar en hechos, anécdotas, fechas y personajes históricos. Exaltando los valores patrios los cuales nos guiaron hasta nuestra emancipación, así como al honor y el orgullo que nos adornan por haber sido bendecidos por nacer en estas tierras, por venir de hombres y mujeres de la talla de nuestros héroes patrios y nuestro pueblo primigenio.
Se puede escribir mucho, como lo que uno ha leído desde que tiene uso de razón.
También se puede escribir acerca de la mala hora que atraviesa nuestro país. De la tristeza que comporta saber que connacionales tuyos se atrevieron a servir como conducto necesario para invadirnos desde adentro.
Asimismo, cuando los países están divididos hay poco que celebrar y menos de aquellas fechas las cuales han sido secuestradas por parcialidades políticas, y cuyo significado nacional ha quedado diluido en el sinsentido que supone que unos cuantos se adueñen de verdades a medias y con ellas excluyan y sometan a parte de la población.
Conceptos como las fechas patrias, el orgullo nacional, el gentilicio, son de todos los venezolanos no de unos cuantos para que lo manejen a su antojo.
Escribir sobre la Independencia en los actuales momentos es muy difícil sabiendo que nos la ha sido confiscada vía la manera más baja de hacerlo, usando las formas que nuestro sistema democrático puso a su alcance para que lograsen como cualquier otro venezolano sus fines políticos legítimos enmarcados en nuestra legalidad, no para traicionar a su patria. Usando a los más vulnerables de una sociedad.
De la fecha como tal y su significado histórico pudiera ser fácil escribir previa investigación. Pero no soy historiador. Más bien soy un ciudadano venezolano con plena conciencia del momento que nos ha tocado vivir. Un venezolano común y corriente pero que entiende que Venezuela no tiene nada que celebrar. Por el contrario, el momento llama al luto nacional, a la comprensión del peligro al que nos han expuesto en toda la extensión de lo que significa. La vuelta a la indignidad de la esclavitud a entidades foráneas.
Ser venezolano y tener razones para celebrar el 5 de Julio significa jamás volver a aceptar que extranjeros nos gobiernen o que nacionales gobiernen desde el extranjero.
Este 5 de Julio y el del año 201 de la firma de la Declaración de Independencia, deben convertirse en las nuevas fechas de referencia e inicio del nuevo Día de Independencia.
Con motivo del 5 de Julio debe ser recordado que Venezuela ha sido generosa con los pueblos amigos, pero que con sus enemigos ha sido implacable, al punto de echarlos del suelo patrio.
frcint@yahoo.com
El grito de independencia de nuestros días ha de ser un fenómeno individual
Desde hace ya doscientos años, julio llega trayendo consigo recuerdos de independencia. Escenas de batallas, caballos, lanzas, elegantes uniformes, sangre y violencia coronan nuestro pensamiento como parte de lo que el país y su gente debió vivir para llegar a tal celebración.
Sin embargo, a medida que aquellas escenas se alejan en el tiempo, al mismo ritmo, se incrementa la vigencia de una lucha libertaria que nazca de la conciencia ciudadana. Un grito que declare la autonomía del hombre y la mujer responsable, para vivir la vida que se desea lograr.
Así, la independencia sobrepasa los conceptos de poder gubernamental, político, económico y social, para convertirse en un valor individual propio de ciudadanos que deciden diseñar y construir cuanto sueñan.
Claro está, no siempre es así; aún doscientos años después de enfrentarnos con la independencia como valor, conformamos ciudades, pueblos, comunidades de todo tipo, ya sean profesionales, gremiales o laborales, claramente dependientes del poder gubernamental.
Dependemos del presupuesto asignado, de la voluntad de terceros, de la crisis, de que otros se activen; y lamentablemente tal dependencia termina arropando y justificando cansonamente las realidades e insatisfacciones en las que nuestras sociedades se envuelven.
La independencia de nuestra era, no es la legislativa, no se limita a una jurisdicción ni mucho menos a la negación de una línea de mando. El grito de independencia de nuestros días ha de ser un fenómeno individual que invite a cada hombre y mujer de estas tierras a tomar las riendas de su realidad, y librar así las batallas necesarias para lograr cuanto quiere y merece.
Independientemente de la crisis, independientemente de la efectividad de los gobernantes, independientemente de la historia que se arrastre, hoy el grito de independencia debe susurrar en tu interior, y moverte a firmar, y a "firmar con firmeza", el acta que describa y proyecte la familia, la empresa y la comunidad que deseas tener.
fsa@fernandosanchezarias.com
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