Lectura Tangente

Notitarde 02-07-2011 |
Rostros del reverso

Manipulando la propia vida y la propia muerte

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Hace semanas, desde la primera intervención quirúrgica Chávez supo que tenía cáncer, pero igual que hiciera Fidel Castro con su enfermedad manipuló la información por razones políticas, hasta que vísperas del 5 de julio por necesidad dijo la verdad, o parte de la verdad.

Chávez lleva 13 años en el poder porque no confía en su sombra, oculta su vida privada como si fuera un Gómez del siglo XXI: los cubanos demoraron 30 años en saber que Fidel tenía 7 hijos y una esposa. Nada sabemos de la vida sentimental del Presidente después de su segundo divorcio.

"Después de mí el diluvio", ha pensado siempre Chávez, quien es irremplazable porque siempre lo ha querido ser, ha sido la fórmula perfecta para mantenerse en el poder, no contar con seguidores capaces de gobernar por sí solos. En abril de 2002 solo sus hijas no le fallaron, las que avisaron a Cuba que su padre no había renunciado, Fidel Castro se movilizó internacionalmente y probablemente también Isaías Rodríguez fue fiel en esa hora aciaga; los otros chavistas salvaron el pellejo.

Este mes también los jefes del Psuv se alimentaron de rumores. Chávez no confía en ellos, hubieran usado la información en beneficio propio. Provoca compasión pensar la zozobra que han sufrido los supuestos hombres de confianza, tan poco informados como los miembros de la oposición. Hace varios días algunos supieron la verdad, corrieron a declarar imprudentemente.

Vivimos tiempos peligrosos porque el gran domador, el gran provocador, no estará entre nosotros y sus seguidores para mostrar su autoridad se mostrarán enérgicos, autoritarios, radicales, huirán hacia adelante. No hay nada tan peligroso como un régimen asustado. Al mismo tiempo el gobierno le envió un mensaje a las grandes empresas, le entregó divisas para repatriar a sus casas matrices. El mismo día iniciaron una ofensiva para quebrar o cerrar a Globovisión.

Hay que comparar la salud de Chávez con la de los reyes del siglo XVIII, los líderes del Partido Comunista Ruso, al final Stalin ordenaba matar a los médicos judíos.

Los reyes mandaban por la gracia de Dios, Chávez por la gracia de la historia, desearía que su hija heredara el poder, fundar una dinastía. En las cortes abundaban las intrigas, al rey lo rodeaban alacranes, culebras, tigres, fingía amar el pueblo. La sucesión real obedecía a un estricto código hereditario.

A Chávez le falta un heredero legítimo, un Raúl Castro, cuyo carisma nació junto al de Fidel, compartió los riesgos, organizó al ejército cubano, nadie le discute el derecho sucesoral, es de sangre azul revolucionaria. NI Diosdado ni Bernal ni Adán Chávez representan a nuestro Raúl Castro. Los vicepresidentes no duran en el cargo, a José Vicente, un peso pesado, lo reemplaza Jaua, Alí, Carrizales…

A Chávez lo ayuda la política brumosa. Si cada mañana un médico informara sobre su salud se volvería un caso más, estaríamos pendientes de su riñón, su intestino grueso: los mitos desaparecen entre radiografías, ecos, diagramas.

Poco antes de morir a Evita la pasearon por Buenos Aires para despedirse de su pueblo, al día siguiente escribieron en las paredes de la ciudad ¡Viva el cáncer! Murió Evita, Perón perdió el poder. A continuación en su nombre han gobernado Argentina, un super neoliberal como Carlos Menem, un loco como Cámpora, un político como Kirchner.

El poder en este estado autoritario rueda por las calles. Los policías de la PM toman el centro de Caracas, exitosamente los Pranes desafían a 4,000 hombres de la Guardia Nacional.

¿Van a adelantar las primarias? Celebrarlas es de las pocas cosas a la mano de la oposición para fortalecerse.

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