Martha Barroeta
|| Taller de Fantasía
Mussorgsky (I)
mebarroeta@hotmail.com
"Mis obras encontrarán sin duda prevención por su parte; es natural, ya que lo que a usted le turba es la forma de acción de mi personalidad"... Ya es hora de dejar de ver en mí a un niño al que es necesario dirigir para que no se caiga".
O también, Modesto Pietróvich Mussorski. Este compositor de origen ruso nace en el año de 1839 en Karevo.
Del músico conocemos que perteneció al grupo de los cinco, entre los que figuraban Balakiriev, Cui, Borodin, Rimskikorsákov y el propio Mussorgsky. Este grupo renovó la música rusa, dedicando preferente atención al patrimonio folklórico de su patria. Fue el más eminente de este grupo, aunque conocemos que su vida musical se desarrolló en la penumbra. Hay en la vida del músico una antorcha del arte nacional, un signo de la canción popular; esa misma que los niños escuchan con total libertad, donde la imaginación se embriaga de amor y de música. El compositor conservará durante toda su vida esa primera impresión. Esas estampas invariables y hermosas que conservamos a lo largo de toda nuestra existencia. Como hecho curioso, cuando la ópera italiana se imponía, Mussorgsky suspiraba por Rossini, Verdi y Bellini. Poco a poco se separa de Balakirev -su maestro- y éste, empeñado en hacer de él un músico puro, un maestro en la forma, y quizás dejar una huella indeleble, no logra conseguirlo. Como compositor, el gesto, lo humano, el drama, la canción y sus tres tipos de melodías características: las piezas líricas, las canciones de cunas de muerto y los bocetos realistas. Su soledad de genio es muy difícil. Cuando me dispongo dentro de la historia de la música a estudiar a los maestros universales de todos los tiempos y en cualquiera de sus disciplinas, una de las facetas que más me enternece es acariciarles el alma y dejar que la esperanza que albergaron en sus vidas me hable de cualquier manera. Una de esas admirables formas de manifestarse -en el caso de este compositor- es a través de su música y de la literatura escrita alrededor de él.
Para pensar: hay una cualidad humana extraordinaria que siempre he admirado y que se manifiesta solamente en algunas personas que permiten verse a través de sus propios cristales: El ser agradecido. Honrar, honra. Y expresar la nobleza de nuestro corazón en cualquier situación de nuestras vidas nos hace ser, sencillamente, especiales
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