Hace día atrás escuchaba un programa de radio donde el locutor leía un cuento, quizás extraordinario, pero yo no pude disfrutar del contenido del mismo porque aquello era la cosa más espantosa que yo había escuchado, al poco rato sintonizo otra emisora y unas chicas que conducían el programa cometían errores similares o peores que el anterior, la dicción pésima y las reflexiones leídas eran una verdadera locura auditiva, eso me hizo recordar al maestro Gilberto Pinto, quien es un gran director de teatro, dramaturgo y profesor, pues, dice que los actores y locutores de hoy hablan peor que nunca, yo le agrego a esto, que leen hoy peor que nunca, en ese instante una amiga que escuchaba la radio a mi lado comenta sorprendida ¡NO SABEN LEER! lo mal que aquello le parecía le hacía ruido por tratarse de medios masivos, se supone educativo, formativo y me decía: tenemos que hacer algo para mejorar ese canal comunicacional, propuso que se debían dictar cursos y talleres, de voz, dicción y de lectura y, sonreída le dije: debe ser y además una lectura dramatizada, donde el interlocutor maneje la cadencia, o peso, el ritmo, el tiempo, la simetría en la lectura y que esa lectura pueda además dimensionar a quien la escucha.
Realmente me dije: es necesario fortalecer la lectura para aquellos que a diario nos comunicamos masivamente, la lengua castellana ha sufrido malformaciones desde estructura etimológica pasando por la fonética y quizás sea por la mala percepción gramatical, seremos la expresión de lo que pensamos, decimos y hacemos, por eso es muy importante darle ese sentido pertinente a la lectura, pues se puede cambiar el sentido real de lo que se quiere transmitir. Recordemos que las escrituras son ideas y pensamientos graficados y que los signos nos permiten entender el sentido o expresión del autor, pues saber valorar cada acentuación en su justo lugar, ayuda a los lectores a dar vida al texto. Por ende, es menester enriquecer ese recurso tan vital para el desarrollo humano, como lo es la lectura, que bien llevada remueve emociones, sentimientos y actitudes de quienes son escuchados, siempre doy ejemplo a mis alumnos y a algunos aprendices de teatro, no es lo mismo leer: ME BOY DE BACACIONES, que leer: ME VOY DE VACACIONES o quizás este otro ejemplo muy común VOTAR y BOTAR, lo cierto es que, la modulación, entonación juegan también un papel fundamental en el mensaje a emitir, por allí digo frecuentemente esta frase ¡El que atiende entiende! Y una alumna de la cátedra: Rosa Besio le agregó ¡Y aprende! Pero eso es a lo que alguien le presta atención minutos, horas o cualquier cantidad de tiempo no debe ser infructífero por no entender lo que el interlocutor transmite hasta se podría decir que se convierte en irrespetuoso con la audiencia, las reglas básicas de lectura, cosa que molesta es soportar un mal lector por corto o largo tiempo de oratoria, hay errores netamente compresibles o humanos como enfermedad visual, sin correctivos o sin anteojos y los otros errores son de técnica de lectura, en otras palabras, no saber leer.
Queridos lectores, aún estás a tiempo de aprender a leer en voz alta clara y emotiva.
Hasta la próxima semana. Entre la Cultura y el Arte.
garmenmonteverde@hotmail.com
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