Participé con un grupo de valencianos en el VIII Congreso Latinoamericano y del Caribe de Bioética

El carabobeño 06 julio 2011

Oswaldo Pulgar Pérez || Despertares

La vida en primer plano

opulgarprez6@gmail.com

Participé con un grupo de valencianos en el VIII Congreso Latinoamericano y del Caribe de Bioética, realizado en Viña del Mar, Chile, del 22-23 de junio.

Profesores de la U. de Carabobo y miembros de la comunidad civil como es mi caso, compartimos con delegados de otros países y universidades. Ha sido un acierto de la Comisión de Bioética de la UC. replantear los temas humanos que con tanta facilidad quedan marginados en una civilización científica como la nuestra.

Convocaron a profesionales de distintas carreras y no exclusivamente a médicos, por aquello de que "nadie es buen juez en causa propia". Los asuntos que se tratan son tan importantes que no podemos equivocarnos. Además, cuantos más enfoques interdisciplinarios se tengan, mejor.

La mayor parte del tiempo la temperatura se mantuvo entre los 4-8 °C y en ocasiones bajó a -1° al amanecer. Hacía tiempo que no me movía dentro de estas coordenadas. Conocí a colegas de otros países que comparten con nosotros la preocupación por defender la vida, no sólo en los momentos iniciales y finales de la vida, sino también en el curso de su desarrollo.

Una de las verdades atornilladas en los grupos de estudio fue la defensa de la naturaleza de las cosas: la ley natural, explicitada en los DD.HH. No lograremos resguardar la vida, si no existen unos parámetros inamovibles que la protejan.

Estaba una vez Mafalda tomando el sol en la playa. Mirando al sol con unos anteojos oscuros le preguntaba a su madre: -Mamá, ¿Éste es el mismo sol que vieron tantos famosos como Newton, Pascal y Fleming? -Sí claro, respondió la madre. A lo cual contestó Mafalda: -¡Tremendo sol! Por mucho que cambien los modos de pensar, hay algo permanente.

Al decir de Machado: "¿Tu verdad? No. ¿Mi verdad? Tampoco. La verdad. La tuya guárdatela, y ven conmigo a buscarla. Esta convicción nos impedirá llamar eufemísticamente "interrupción del embarazo" a lo que siempre ha sido un crimen.