Gustavo Azócar Alcalá || El Calabozo de la Libertad
¿Qué clase de enfermedad es ésa?
elnegroazocar@gmail.com
El Presidente Chávez le ha anunciado al país y al mundo entero que está enfermo. El jefe de Estado ha reconocido de manera gallarda y valiente que padece de un cáncer. Quienes nunca hemos creído en el proyecto político de Chávez, hemos sido muy cautelosos con el tema de su enfermedad. No habíamos querido participar en ese debate, porque consideramos que ese asunto forma parte de la vida privada del Presidente, y porque creemos que con ese tipo de cosas tan delicadas, uno no puede ni debe meterse.
Pero el Presidente Chávez parece empeñado en que el país entero no hable de otra cosa que no sea de su enfermedad. Las últimas apariciones públicas de Chávez han sido utilizadas única y exclusivamente para que el mismo Presidente hable del tema. Mi experiencia me dice que por lo general, cuando una persona sufre de cáncer, el tema se reduce al círculo familiar más cercano. Nunca he visto a una persona que tiene cáncer anunciando el asunto en los periódicos, en las emisoras de radio o en la TV.
Claro, lo que ocurre es que las otras personas a las que he visto con cáncer, incluyendo a mi papá, a quien esa enfermedad le arrebató la vida a los 70 años, no andaban en campaña electoral y no estaban buscando compasión y lástima para seguir siendo Presidentes de la República.
Contraviniendo las más elementales reglas de la política, el Presidente Chávez utiliza su enfermedad como arma electoral. Peor aún: Chávez utiliza su enfermedad como anzuelo para captar votos. Los asesores de Chávez parecen haberlo convencido de que mientras más lástima y más compasión despierte entre los venezolanos, más votos sacará en las elecciones presidenciales de 2012.
En pocas palabras, desde hace poco más de una semana, somos el único país del mundo, donde el cáncer es un slogan para una campaña electoral. Lo único que falta, y será cuestión de horas para que ocurra, es que el Presidente pida que lo reelijan porque tiene cáncer. Vale decir: no se trata de reelegir a Chávez porque es un buen gobernante, porque ha hecho obras, porque ha resuelto los principales problemas del país, porque generó empleo, porque reactivó el aparato productivo, porque redujo los niveles de pobreza, sino porque está enfermo.
Tan burda ha sido la maniobra del oficialismo, y tan descarados sus propósitos políticos electorales, que el ex ministro Jesse Chacón, a quien ahora le ha dado por hacer encuestas, ha dicho que la enfermedad del Presidente Hugo Chávez servirá para que éste aumente su porcentaje en los sondeos y su popularidad.
Pienso que la agenda política del país no puede concentrarse en la enfermedad del Presidente. El problema de Venezuela no es si Chávez está enfermo o está sano. De hecho, no creo que Chávez sea el único enfermo con cáncer que haya en el país. Los problemas del país son otros. Inseguridad, corrupción, violencia, insalubridad, pésimos servicios públicos, carreteras destrozadas, escuelas inservibles, hospitales a punto de colapsar, etc.
La oposición democrática venezolana no puede caer en el falso dilema que le pretende plantear el oficialismo: si apoyas al Presidente Chávez y rezas para que se cure de su enfermedad, eres un hipócrita. Si, por el contrario, asumes la postura del padre Palmar y dices que te importa un comino lo que el Presidente tiene y que rezarás para que se vaya a la quinta paila del infierno, entonces eres un desgraciado.
Debemos concentrar nuestros esfuerzos en ganar las elecciones presidenciales de 2012. Hay que ganarlas con Chávez o sin Chávez. Dios quiera que Chávez se recupere de su enfermedad y pueda presentarse a las elecciones presidenciales. Así tendríamos la gran oportunidad de derrotarlo con votos y obligarlo a entregar el poder a un verdadero demócrata
No hay comentarios:
Publicar un comentario