Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 23 de julio de 2011

¿Se acuerdan del placer juvenil de comprar en DON DISCO en Chacaíto?

La cultura se queda sin divisas
Los discos: esclavos de la importación

La música no es un artículo de primera necesidad en los rubros de Cadivi

La variedad y novedades de discos en las tiendas está supeditada a lo que puedan importar las discotiendas tras el proceso de Sitme ENIO PERDOMO
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ANDREA C. FERNÁNDEZ S. | EL UNIVERSAL
sábado 23 de julio de 2011 12:00 AM

La situación discográfica en el país se puede describir con el siguiente silogismo: Un disco es música y ésta es cultura.

Si para la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) un disco no está contemplado como un artículo de primera necesidad, la música no es necesaria y, por lo tanto, la cultura tampoco es primordial.

Aunque sea sólo una relación de términos, los melómanos que se paseen por una discotienda ven un mercado decaído, con ausencias y con precios encarecidos.

La inestabilidad económica, los conflictos políticos y posteriormente, el control cambiario de divisas, espantó a los proveedores, que dejaron de editar discos en Venezuela y, por lo tanto, la industria discográfica ha estado sometida al yugo de la importación que sólo se traduce en CD's y DVD's más caros para el público.

"A nosotros nos afecta directamente el control cambiario porque no tenemos fabricación local. 100% de nuestro producto es importado de Colombia, que es la que maneja toda la región andina. El control de cambio ha afectado tanto que tenemos fallas de producto", dice Adriana Pardo, directora de marketing de Emi Music Venezuela, refiriéndose a que es imposible importar todo el catálogo de artistas del sello. De allí que los consumidores no tengan acceso a algunas obras que sí se pueden adquirir en el exterior.

Depender del foco de producción que está en Colombia afecta a la industria en dos aristas. La positiva es que al comercializar con este país se exonera el pago de arancel aduanal. "Todavía está activo el Pacto Andino, y por esto no pagas arancel del 30% del costo total de tu importación. Este arancel sí lo tienes que pagar en el resto de los países", señala el gerente de logística de Recordland, Joaquín Moreno.

Pero la dependencia con Colombia también supedita y limita la oferta de obras en venta en el país. "Muchos de los discos de rock o anglo no se traen de Colombia porque allí el mercado es más tropical, latino. Así que el rock se tiene que traer de Estados Unidos y Europa", aclara Moreno.

Pero surge una interrogante: ¿Por qué Colombia puede editar y Venezuela no? Sencillo: el control de divisas.

A diferencia de los que ocurre con la industria editorial, los sellos disqueros, tiendas de discos e importadoras no tienen que recurrir a Cadivi para importar CD's sino al Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme). Pero no por ello el asunto se torna más sencillo.

"El proceso de asignación de dólares tarda mucho (hasta 120 días), más tiempo del que el proveedor espera para permitirte el crédito", apunta Joaquín Moreno, gerente de logística de Recordland, quien explica que al no poder pagar a tiempo, los importadores terminan adquiriendo una deuda que luego se debe cancelar a través de un proceso legal adicional. "Al final tienes que pagar con dólares personales o con aportes de socios", agrega Moreno.

La lentitud del proceso o el otorgamiento incompleto del dinero generó otro problema más grave: los proveedores no dan licencias para editar en el país. "Si me dieran el permiso de fabricar un disco en mi país, pudiese abaratar los costos. Las compañías se lavan las manos en el exterior y te dicen que, si te interesa el material, compres el producto terminado y pagues de contado. Esto, al final, afecta el precio", explica el gerente de Recordland.

Sitme es una lotería, porque puede o no otorgar el dinero solicitado y esto sólo desbarata el presupuesto inicial de las importadoras porque calculan ahora precios con divisas no oficiales.

"Una cosa es calcular a dólar a 5,50 bolívares y otra a otro precio. Por esas vías el valor sobre el precio final del producto aumenta 50, aspecto que te saca del mercado. En base a ello yo tomo la decisión de importar o no", dice Sami Souki, gerente de Tiendas Esperanto.

José Ismael Sánchez de Global Music, antigua Jazzmanía propone hacer un salto atrás. "Antes la música era considerada un producto de primera necesidad, era cultura y por lo tanto no se cobraba IVA a los disco. Deberíamos volver a eso", finaliza.

La queja más común de los melómanos es que no se cuenta con una oferta rica en variedad de artistas y obras en las estanterías de las discotiendas.

"Cuando Sitme me da el dinero, puedo darme el lujo de traer la mercancía que esté acorde a las exigencia de los clientes de Esperanto, que son conocedores de música y que están acostumbrados a títulos distintos. Si no me los otorgan me restrinjo a la oferta local que a veces no cubre las expectativas de mis clientes. Eso indiscutiblemente te hace sentir impotente a la hora de ofrecer mercancía", apunta Sami Souki, gerente de operaciones de Tiendas Esperanto.

Recordland, dice el gerente de logística Joaquín Moreno, ha dejado a un lado los discos de música del mundo, o de artistas reconocidos pero que no están considerados como bestseller en las charts de música, y y se ha enfocado en los últimos años en ofrecer artículos de catálogo. Esto es: si Gilberto Santa Rosa acaba de lanzar un disco al mercado, entonces la empresa saca a la venta la discografía previa del salsero puertorriqueño.

"De cada 100 discos, 80 son de catálogo y solo 20 son de novedades en Recordland", señala el gerente y califica de elitescos a los discos que están fuera de los bestseller. "En el mercado de discos elitescos, pasa que ya en sus plazas son más caros. Ejemplo: En Estados Unidos cuestan cinco o seis dólares más que un bestseller. Si le sumas a ese precio todos los gastos de arancel y flete se convertiría en un CD que estaría fuera del alcance de la gente. Así que prefiero no importarlos, dice Moreno.

Para Emi Music, el problema no es sólo la falta obras en los anaqueles sino que no pueden estar a la par con los lanzamientos mundiales. "Nos toca anticiparnos por lo menos dos meses. Yo nunca voy a tener el CD en la fecha de lanzamiento, sino, máximo, a finales de mes porque tengo que esperar que la producción ingrese a Colombia y después es que puedo traerlo al país", señala Adriana Romero de Emi Music Venezuela, empresa encargada de traer al país el material discográfico de artistas como The Beatles.

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