Embarazo

Los bebés también se estresan… incluso antes de nacer

Un feto tiene cincuenta veces más probabilidades de sufrir estrés que hace 15 años, según el “Estudio sobre el Estrés del Bebé” dirigido por Francisco Miguel Tobal, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid y presentado recientemente en Valencia.

El estilo de vida actual, con "mayores exigencias" y "cambios en el modelo social y familiar", es el causante de esta mayor incidencia que, incluso, puede producirse antes del nacimiento, según la investigación.

"Las hormonas de la respuesta de activación del estrés de la madre al hijo en formación pueden pasar al hijo en formación y durante el parto"
por el propio estrés de éste, según el estudio, que ha sido debatido en el Fórum Almirón de la Inmonutrición Infantil, en el Balneario La Alameda.

Entre las causas citadas por el estudio, destacan la enfermedad, la falta de cuidados, la alimentación insuficiente o inadecuada, el ambiente familiar por falta de afecto o cariño, discusiones o incomunicación, así como los factores ambientales como ruidos, aislamiento, soledad u oscuridad. Otros estudiosos como la Revista"Translational Psiquiatry"estudiaron 25 embarazadas entre 19 y 25 años que sufrieron "violencia de género" y

"transmitieron" esa vivencia a sus hijos, quienes presentaron la alteración del gen

denominado receptor de glococorticoides (GR)- que está relacionado con los

problemas de comportamiento y enfermedades mentales. No se trata de la

típica mutación genética sino una "modificación epigenética", tampoco hay

una relación de causa-efecto, sino una correlación a la que merece la pena

seguirle la pista, pues llevan varios años siguiéndola para reseñar la modificación

de la expresión genética de la violencia sobre la madre sobre el futuro hijo.

"Los efectos de este tipo de alteraciones pueden prolongarse durante toda

la vida del individuo" La psicóloga Maria Teresa Colomina de la Universidad

de Tarragona aporta también a ese nuevo estudio que da a "conocer el meca-

nismo biológico" que está detrás de la propensión mayor a sufrir problemas de

comportamiento o transtornos mentales que tienen los hijos de madres

con embarazos emocionalmente "complicados"...

El llanto es la forma más habitual de expresar ese estrés y otros síntomas como un estado de alerta elevado, irritación y alteraciones en el sueño y en la alimentación, según el estudio.

Respecto a la incidencia del estrés, éste puede detectarse en el sistema inmunitario de los niños, de tal forma que provoca una "inmunosupresión", según el texto.

Además, este trastorno puede afectar al desarrollo emocional y social del niño, con problemas como baja autoestima, baja capacidad para empatizar y afectación de la memoria, según investigaciones citadas por el estudio.

Entre los consejos para prevenir o paliar el estrés, el estudio recomienda la lactancia materna por ser uno "de lo mejores inmunorreguladores", un ambiente familiar sin discusiones y crear una rutina horaria que distribuya los alimentos y el descanso.