En su infinita audacia el presidente Chávez llego a declararse al mismo tiempo Trotskista y Maoísta. También es Bolivariano, Martiano, reivindica a Guacaipuro fue discípulo de Ceresole y Castrista confeso.
Cometiendo el mas común error de quienes ignoran de que se trata la teoría de la "Revolución Permanente", la invoca como si fuera ese relajo permanente que el llama revolución y que sugiere la idea de que todos los días al levantarse hay que volver a empezar con el desorden y la improvisación del día anterior.
Resulta que la Revolución Permanente fue una tesis que deslindo el mundo revolucionario (el verdadero) desde la llegada al poder de la satrapia de Stalin en la URSS y que tenía que ver con el tema de las etapas y las alianzas de la clase obrera en los procesos revolucionarios. Sin embargo, esa disquisición, es harina de otro costal.
Lo que queremos, en la nota de hoy, es hacer una breve reseña de cómo las ideas de Trotsky llegaron al país y de cómo Carabobo jugo un papel importante en esa experiencia fallida de construir en Venezuela una formación Trotskista.
La primera información que tenemos de algún núcleo organizado fue en el Estado Mérida dirigido por Alfonso Ramírez un abogado e intelectual que llego a publicar varios opúsculos y artículos en folletos editados por el mismo.
Luego llega a estas playas Pedro Miranda, un periodista chileno, fundador de la revista "Vea y Lea", una curiosa publicación que combinaba en sus `portadas y paginas entrevistas a chicas ligeras de ropa con artículos y extractos de obras de Trotsky.
También en Caracas se formaba un pequeño núcleo de jóvenes dirigidos por Emilio Ortiz Guinand.
Pero quizás el mas importante núcleo se formo aquí en Carabobo a partir de la influencia de Alberto Franceschi quien, como muchos jóvenes de la época, había liado bártulos y marchado a Paris, la meca de la revolución juvenil mundial después del mayo del 68.
Algunos le seguimos y alla nos integramos a la Alianza de Jovenes por el Socialismo, organización muy activa en las universidades francesas y que llego a presidir la UNEF (Unión Nacional de Estudiantes de Francia)
Concluido un trabajo de captación entre estudiantes latinoamericanos, regresamos al país en 1971 y junto con Paqui Yanes y otros dirigentes estudiantiles de la Universidad de Carabobo, formamos la Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista (TERS) que, en pocos meses de fundada, llego a tener una influencia política tal que terminamos ganando las elecciones de la Federación de Centros Universitarios y siendo la primera fuerza estudiantil de la UC.
No obstante las ideas del trotskismo privilegiaban el trabajo en el movimiento obrero y a las puertas de la fabricas nos fuimos con una periódico multigrafiado, al que ya hemos hecho referencia, llamado La Chispa que llega a convertirse en una referencia importantísima al punto que, como ya también lo reseñamos, las direcciones sindicales de AD y COPEI deciden suspender la Convención de Fetracarabobo ante la innegable mayoría que tendríamos en la organización sindical.
Las ideas del trotskismo eran cautivadoras para la época: Postulaban el socialismo pero se alineaban en contra de la burocracia estalinista de los partidos comunistas, la represión contra las conquistas democratitas de los trabajadores y del pueblo en los países del Este, en Cuba y en la China.
De hecho, la lucha de Trotsky llego a ser un peligro para Stalin y la URSS, le persiguieron por el mundo entero para eliminarlo hasta que Ramón Mercader, un agente de la GPU le mata en Coyoacán, México en 1940.
"Esas tierras" de que habla Julio Castillo nos han sumido en estoslodos. Dígame el aporte de la UC valenciana que no conocía y me
ha dejado estupefacta por el contraste entre lo que la ciudad tan
conservadora defiende a capa y espada y lo que es la verdad: SU
DOBLE MORAL. Tenía razón Diez Madroñero con su Camino Real
No son literatura ni teatro mis objetos de interés ahora. Sí lo son los escenarios que se nos presentan en este particular momento de la vida política. En el difícil mundo de las hipótesis, nos encontramos entre una gran farsa, con lo de la salud del Presidente, y un gran drama, con los riesgos de mayor inviabilidad de la sociedad.
Entre la supuesta enfermedad presidencial y la evidente merma del espejismo chavista, junto con una dirección opositora ciega, sorda y muda, se define el nuevo juego planteado por las cosas con el caudillo. La situación, sin embargo, podría ser el detonante de un reacomodo en las prioridades nacionales. Lo cual intentamos encauzar; pero, cuidado si con baja probabilidad.
Más allá de Chávez y la oposición "oficial" está la nación. Sumida en una destructiva y conflictiva manipulación institucional; con una sociedad y una política polarizadas; abatida y amenazada en su economía; víctima de la precariedad cultural de la lucha política; afectada por el militarismo, el lumpen, una falsa izquierda y una gestión de gobierno montada sobre la corrupción; y, para cerrar con broche de oro, con un régimen entregado a una geopolítica bochornosa, esa nación debería observar los escenarios, analizar sus consecuencias, preocuparse por los impactos sobre su liderazgo y verse compelida a exigir lo sustancial: una agenda nacional mínima. Debe ser posible. Me niego a pensar en la ausencia de cordura y posibles intersecciones temáticas en la relación con el lado oficialista.
Pero, comencemos por los escenarios. Hay un deterioro general del país y una particular situación negativa –personal o política, son matices- del jefe de Estado, que plantean un reto múltiple: solución a los males; para lo cual son necesarios recursos distintos al liderazgo, poco visibles hoy: consensos, pactos formales, una transición y su posterior consolidación democrática, un proyecto nacional, etc. En definitiva, la fulana agenda nacional durable.
Entre la mengua del Presidente y la flojera de su oponente se abren posibilidades a escenarios, desde –el escenario negativo- una radicalización política militar o civil, hasta –el escenario positivo- una más o menos turbulenta normalización democrática, con sub-escenarios de competitividad perversa (enfrentamiento entre liderazgos atomizados) o posibilidades diversas de negociación entre sectores hasta ahora enfrentados, pasando –el escenario intermedio- por una extensión de los actuales incertidumbre y riesgos.
Ante ese cuadro, la oposición oficial opta por la impavidez. Para ella, los escenarios no exigen respuestas. A la hipótesis de la burla por Chávez y Castro, con la enfermedad, o la caída de la credibilidad del líder, o ambas, no se enfrenta una exigencia de transparencia, respeto e institucionalidad, ni se le opone fuertemente una unidad mayor y –sobre todo- una agenda.
Y es que el país, por merma del líder y riesgos de dispersión, como único elemento cohesionador, debería optar por un acuerdo sobre una agenda nacional durable. Pero, el mesianismo o los fueros siguen imponiendo el estilo político. Mientras, el país y su caudillo son la comidilla de los medios internacionales. No ocultan el vacilón. En lo personal, me ofende sentirme parte de un circo así. Algunos payasos provocan tristeza. Otros, lástima.
sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1, en Twitter
No hay comentarios:
Publicar un comentario