¿Y el verdadero Pueblo Soberano qué vive mientras Fidel castro se refocila en su triunfo?

Esperan llevarlos a una zona segura

Disparos entre GNB y reos de El Rodeo II dejan cuatro heridos

Uno de los reclusos perdió un ojo, por lo que se hace necesaria atención médica urgente, según lo confirman sus compañeros. Los líderes del penal están esperando un cese al fuego para sacarlos a una zona segura. Rechazan que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) accione contra ellos.

Familiares rechazan las acciones que ha hecho la GNB (AVN)

EL UNIVERSAL

jueves 30 de junio de 2011 09:19 PM

Caracas.- Un nuevo enfrentamiento se produjo en la noche de este jueves entre los reclusos del centro penitenciario El Rodeo II de Guatire y los miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), dejando un saldo extraoficial de cuatro reos heridos, algunos de gravedad, que requieren la atención médica inmediata.

Uno de los líderes del penal, conocido como "Oriente" se comunicó con algunas organizaciones no gubernamentales, a quienes les informó la situación y les explicó que están esperando un cese al fuego para poder sacar, a una zona segura, a los cuatro heridos. Se conoció que uno de ellos perdió un ojo y temen por su vida.

El conflicto en el penal lleva 14 días. Las autoridades del Ministerio de Interior y Justicia le exige a los líderes del penal que permitan la requisa. Ellos se oponen a la revisión.

Familias viven entre vías dañadas, escombros e inseguridad

"La Pedrera se convirtió en un refugio solidario abandonado"

A siete meses de anunciado su desalojo total por parte del presidente de la República, Hugo Chávez, la mayoría de sus vecinos aún viven entre casas destruidas en terrenos inestables que ceden cada vez que llueve.

Los vecinos que se quedaron en el quinto plan recogen agua cada mes, arreglan sus tuberías y viven entre casas destruidas que el Estado abandonó KISAÍ MENDOZA

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• PROMESA PRESIDENCIAL

JORGE HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL

jueves 30 de junio de 2011 12:00 AM

Las familias que se quedaron en el barrio observan desde las ventanas de sus trailers el derribo de 150 viviendas producto de las lluvias de diciembre 2010, vías desplomadas y tobos que se llenan cada mes (si llega el agua). La Pedrera quedó relegada al puesto más bajo de atención del Gobierno Nacional, como afirma Daniel Perozo, vecino del quinto plan.

A siete meses de anunciado su desalojo total por parte del presidente de la República, Hugo Chávez, la mayoría de sus vecinos aún viven entre casas destruidas en terrenos inestables que ceden cada vez que llueve.

Perozo recuerda que el Presidente ofreció refugio en Fuerte Tiuna el primero de diciembre 2010 y unos días después los albergues se llenaron. "Allí comenzaron los maltratos hacia la comunidad de Antímano. Hubo un desorden de gran magnitud que se les escapó de las manos y no pudieron arreglar".

Al Batallón Carmona (Fuerte Tiuna) y a los refugios Pasta Ronco (Antímano) y Montecristo (San Martín), el Estado solo trasladó a 111 familias de La Pedrera, otras 800 esperan ayuda. Luego no hubo más cupos porque en esos refugios ya habían damnificados de otros sectores del municipio Libertador.

La desesperación de los vecinos los llevó a protestar en Miraflores el 23 de enero. Un día después, una comisión presidencial visitó el barrio, pero las soluciones habitacionales se quedaron en palabras.

Este mes el Ejecutivo remodeló el refugio Pasta Ronco de Antímano y se creía que allí vivirían otras familias de La Pedrera. "En su reinauguración el 10 de junio ese espacio fue ocupado por 108 familias que estaban en Montecristo. El resto fue agredido en las puertas del lugar y enviado a sus casas en alto riesgo. La Pedrera se convirtió en un refugio solidario abandonado", señala Juana Frías, afectada.

En el sexto plan siete familias viven en casas de hierro y bloques, otras cuatro se devolvieron por mala atención. Metros abajo, alrededor de 4 mil personas esperan desalojos a viviendas seguras porque rechazan vivir en refugios en condiciones deplorables.

Javier Fuentes, por su parte, retiró sus enseres del sexto plan y aún vive en su trailer (número 67) mientras el Estado le asigna una vivienda para mudarse con su esposa e hija menor.

José Millán, vecino, resalta que en el barrio ya no hay preocupación por nada. "Cuando designas a gente inexperta todo se vuelve un desastre y nunca llega el progreso a las comunidades", resalta.